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Smarttia, a través de Greenalia, su filial de renovables, activa su primera planta eléctrica de biomasa en España, con una potencia instalada de 50 MW y una inversión de 135 M€

10 de marzo de 2020 / Infrastructure

  • · La compañía, con sede en A Coruña, conecta a la red eléctrica esta instalación, una de las mayores del sur de Europa, con una capacidad para tratar anualmente medio millón de toneladas de biomasa forestal
  • · Durante su construcción se movilizaron 1.000 puestos de trabajo, y una vez operativa emplea a 140 personas entre labores de campo y planta

La empresa Smarttia, a través de Greenalia, su filial de renovables ha puesto en marcha la planta de biomasa de Curtis-Teixeiro (A Coruña, Galicia), una instalación con capacidad para tratar, una vez esté a pleno rendimiento, medio millón de toneladas de biomasa forestal certificada. Se levanta sobre una parcela de más de 100.000 m2 del polígono de esa localidad y tiene una capacidad de 50 MW.

El desarrollo de esta planta ha precisado de una inversión de 135 millones de euros y ha supuesto la movilización de más 1.000 puestos de trabajo en la zona. Una vez operativa, emplea a un total de 140 personas, entre labores de recogida en monte, transporte, logística y la gestión de la instalación. La biomasa utilizada procede de restos de cortas forestales de bosques certificados situados en un radio de 100 kilómetros, un combustible verde que entra en el recinto en forma de pacas. La producción eléctrica de la planta evita la emisión de 140.000 toneladas de CO2 al año, cantidad equivalente a evitar las emisiones producidas por la circulación de 95.000 coches al año.

Manuel García, CEO de Greenalia, señala, “(…) con esta apertura, Greenalia se consolida como una empresa importante en el proceso de descarbonización de España, además demuestra el rigor y seriedad de nuestra empresa para cumplir con el plan de negocio establecido a 2023, adelantándonos incluso a los objetivos marcados”.

La puesta en marcha de nuestra planta confirma la utilidad de esta tecnología para la protección del medioambiente, dado que a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero hay que añadir su aportación a la limpieza de los bosques reduciendo el riesgo de incendios. Además, consolida el enorme potencial de Galicia en fuentes renovables como vía de crecimiento para toda la Comunidad, ayudando a fijar población con la generación de nuevas oportunidades de empleo”, añade el CEO.

En Galicia se realizan anualmente más de 100.000 explotaciones forestales, de las que se extraen casi 10 millones de m3 de madera (datos de 2019), fundamentalmente eucalipto y pino, con una generación de residuos de más de 2 millones de toneladas. La puesta en marcha de esta instalación contribuirá de forma significativa a la limpieza de los montes gallegos, ya que recoge y valoriza esta biomasa que, de no ser así, en la mayoría de los casos, quedarían en los montes con el riesgo de provocar incendios y plagas.

A través de este proyecto, la compañía demuestra su compromiso con la tierra, tanto desde el punto de vista de la generación de empleo y riqueza en la zona como por el respeto a la naturaleza, ya que se contribuye al mantenimiento de los bosques de la zona y a la prevención de incendios, incentivando la recogida de residuos de madera de pequeño tamaño que son normalmente desechados para uso industrial. Así mismo, se crea empleo en el rural, pues las empresas forestales están generalmente muy ligadas al entorno donde trabajan.

La planta de biomasa de Curtis-Teixeiro se ha convertido en el segundo proyecto de generación de energía renovable de Greenalia. A él se suma el parque eólico de Miñón y le seguirán el resto de los parques eólicos y fotovoltaicos recogidos dentro de su plan estratégico.

Las instalaciones

Esta planta incorpora las últimas novedades tecnológicas aplicadas a infraestructuras de biomasa para generación eléctrica, cumpliendo con la más restrictiva normativa europea. Se trata de unas instalaciones altamente eficientes en cuanto a generación y con un nivel reducido de emisiones de CO2 a la atmósfera. Es una planta de refrigeración seca, lo que supone que apenas se consume agua y no se producen vertidos.